viernes, 14 de noviembre de 2008

CUQUI: UNA MUJER DE VERDAD (METÁFORA DEL RECHAZO)

Es el Año 2435. El 95% del transporte es aéreo. El presidente de los Estados Unidos Dependientes de Colombia es la mutación de una Arepa’e huevo. Gracias al TLC y a las manipulaciones genéticas, el producto de moda es la almOBAMAna. Reina la igualdad: Ningún pobre es mejor que otro (para lograr esta equidad se les priva de la educación a todos); por su parte los ricos son indiferenciables: casi todos usan monóculo. Los homosexuales ya no son el blanco de los prejuicios de la sociedad: no sólo tienen la potestad de adoptar niños, sino también la de devolverlos y pedir un reembolso en caso de que salgan feos. Reinan la Paz y el amor (y el tataratataranieto de George Bush).

Cuqui (a quien convendremos en llamar como si nos refiriésemos a una mujer) es un hombre que tomó la decisión de ser mujer. Es una genetista reconocida internacionalmente. Se ha enamorado de su profesor de la Universidad, el doctor Fernando Ulloa. Él también la ama, pero hay algo que impide que estén juntos: El doctor Ulloa está dispuesto a salir con el alma de Cuqui, no con su cuerpo. Esto representa un gran problema, sobretodo si quisiesen participar en un concurso de baile. Ella piensa que es ridículo que en el futuro el Dr. Ulloa piense así, pero él arguye que va más allá de sí mismo.

Cuqui toma una decisión: compra una máquina del tiempo en DeRemate.com y se embarca en un periplo que la llevará a conocerse a sí misma y a entender que el amor está por encima del sexo, la raza y la marca de los zapatos. Su idea consiste en lo siguiente: Como en el futuro ella es una genetista reconocida (descubrió, entre otras cosas, que la pobreza viene en los genes y que no hay ratones del tamaño de Mickey Mouse), y existe la posibilidad de escoger el sexo de los hijos antes de que nazcan, piensa viajar al pasado, algunos meses antes de su propio nacimiento, y manipular genéticamente a su padre para evitar la masculinidad de su ser, para ser mujer, no sólo de espíritu, sino también de cuerpo; para nacer mujer: una mujer de verdad. Con esto, Cuqui busca ser del total agrado del Doctor Ulloa, hacer que la ame, que se case con ella, que le compre vestidos.

Lastimosamente Cuqui no es la más virtuosa en el arte de conducir máquinas del tiempo, y en su primera travesía se pierde en los confines del tiempo y el espacio. En uno de sus tantos viajes, por ejemplo, La travesti intertemporal llega a los años ochentas del siglo XX. Se le atribuye a Cuqui y a las transformaciones que hizo en esa época, la terrible moda y la espantosa música que en esos años se gestó.

Cuqui estará perdida, no sólo en el tiempo, sino en su propio ser, en lo más íntimo de su esencia, descubriendo que amar no es cuestión de género, ni de una buena manicura, descubriendo que es una mujer, una mujer de verdad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es terrible no poder saber que pasa con cuqui!!!!!!!!!!!!
ha entrado a mi corazón... ojala en uno de sus viajes se encuentre con migo y yo la presento con un amigo que escribe pornodramas jaja para que la ayude...

Jhon Rodríguez dijo...

Querida Zulma:
El destino incierto de Cuqui es una metáfora de el destino incierto de otras mujeres que se entregan a un sinfin de situaciones peligrosas sólo por amor. Sobre tu amigo PornoDramaturgo, presentámelo, debe ser el segundo pornoDramaturgo colombiano. Gracias por leer PornoDramas...